Sirio y los Platillos Voladores Cuando Sirio era niño siempre quiso tener contacto con naves espaciales y seres de otras galaxias. Con aspecto muy descuidado, expresaba en la plaza a los transeúntes: “El universo es tan inmenso que no podemos pensar que estamos solos” pero la gente decía que había perdido la razón. Una tarde de marzo llegó al pueblo una feria ambulante encabezada por un viejo astrónomo que afirmaba haber visto muchos OVNIs en su vida, unos decían que era para vender telescopios de segunda mano y otros afirmaban que era mera publicidad para simplemente mirar la Vía Láctea a través de uno de esos aparatos. Sirio compró uno y a partir de ese momento vivió en una improvisada vivienda a la orilla de la represa del pueblo, pues deseaba observar con mayor tranquilidad los astros, sumergiéndose aún más en los misterios del universo. Al poco tiempo, Sirio vociferaba en la ...
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