Trance
Él llegó a su casa sobre el lomo del
caballo, no supieron que le había sucedido, pues aún estaba desmayado. Con
la ayuda de los peones lo bajaron del fiel animal y llevaron a su chinchorro colgado
en el corredor. Cuando volvió en sí comentó:
-
Soñé que entraba a mi pueblo, allá en Guadarrama y a los lados del camino había
mucha gente trabajando, pero nadie levantó la cabeza. Él en su trance sabía que
iría a la que fue su primera morada y guardaba la esperanza de ser esperado por
sus seres queridos.
Un año después de aquel desmayo, él se
encontraba en el rodeo cuando cayó sin razón alguna al agreste terreno llanero;
nuevamente se vió en el camino a su vieja casa, esta vez aquella gente se
incorporaba a saludarlo, supo entonces que todos eran sus conocidos: sobrinos, abuelos, compadres y vecinos, luego se
acercaron a él y caminaron juntos a lo que fue su hogar de la infancia, allí lo
recibieron con música alegre y comida en abundancia, reconoció entonces los
abrazos que siempre extrañó y volvió a mirar a los ojos a sus padres que hubo perdido
en la niñez.
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