DEDICADO A:
LOS QUE
SOBREVIVIMOS en LA CIUDAD PERDIDA
¡Para un poeta y amigo!
El actor que se esfuerza en la observación
pero que es ciudadano del mundo de acero, cemento, vidrio y madera de la
megalópolis donde cientos de miles corren, sueñan, recuerdan, da y reciben; más
de las veces, olvidan su ser en la rutina implacable. El artista que se detiene
mira, anota, recuerda en la frase y la palabra. Se intuye y vierte los
recuerdos, las sensaciones, los anhelos y las búsquedas de sí y de los otros.
Pereda, hombre, artista y poeta busca
tallar en negro sobre blanco miradas y percepciones de eso que llamamos ciudad,
ser y el pálpito de la recepción de una realidad que le grita a veces, le
susurra, otras, pero eso sí, nunca está callada. He ahí que suscribe con
humildad y sinceridad poemas, cincela con sus palabras un mundo interior que cada
hora se ahonda en hálitos de preguntas y esperas. Su visual no es corta, Su
horizonte no es infinito. Siente y percibe que la ciudad y sus seres son él y
nunca él. Lo interroga para que desde la respuesta que no llega, se emane otros
caminos.
El poeta y el actor; el artista y el ser
que caminan caminos iguales pero distintos hablan, dicen, acotan, expresan.
Cada frase se llena de señales y estas nos dibujan su mirada, sus acertijos y
sus inquietudes. El ser que se sabe llamar Vicente se sabe que esculpe con
inquietud desde el recuerdo que es lo refleja hasta el dintel que apoya su
sombra. Gitano de la urbe que mira su busca ese útero de “la ciudad perdida” y
que sabe que desde su “piel de acera y pavimento” hay luces que “alumbran
destinos inciertos”.
El poeta no se rebusca en ninguna noche
desesperada sino en la certidumbre de que la palabra recogerá su fe, su
destino, sus días vividos, sus letanías, sus ansiedades. Es el cincel de su
mirada – palabra, es su mirada punzón hiriente del celofán de un mundo y un
universo que, sin ser obstinado, ni fracasado, hace que la vida pueda ser vista
como “un túnel transparente de pasión
ilegal”. Vicente Pereda
tiene la chispa y la yesca. Su pasión por la vida, es el combustible de las
miradas de sí y de la ciudad, del otro y de mí. Su poesía aflora para
susurrarnos que estamos juntos en este bajel de ciudad y que en su proa,
navegamos hacia puertos infinitos.
La palabra está servida: Hay que tomarla y gozarla con sensibilidad
abierta, sin prejuicio, ni tabú, solo con el alma de un ser de ciudad que oye
su voz hecha poesía.
Carlos
E. Herrera
Mayo
2010
Vengo del
útero de la ciudad
Vengo de entre los hombres convertidos
En constructores de muerte,
De punta de puñal y mano armada,
Vengo del útero de la ciudad,
Vengo de donde la vida estorba
Y todos sobramos en aquel valle
decadente...
Soy del mismo vientre de la metrópolis
Que vive confundida entre humo, balas
y mi yo cleptómano.
Poso en la cama del indigente,
Sobrevivo de migas de lástima...
Mi piel es de acera y pavimento...
Indiferencia en los ojos temerosos que
se predisponen
A los asaltos en el boulevard,
Vengo del útero de la ciudad...
(*)
Prohibido
llorar en la ciudad
El tren despierta a los gallos.
El queso, el pan y el café giran en el
microondas:
-Está servido el desayuno.
El gélido rocío de la montaña
Llega a su fin en el rincón
inadvertido
Del apartamento, el calentador hace su
trabajo:
-Me espera la ducha.
Los querubines abortan la misión
De velar a frágiles sueños
... La ciudad trasnochada une las
horas y todo es igual:
El motor a gasolina,
El temor constante y acechante
Invade a los corazones
Que esperan luz verde a rejas seguras,
Manos de sobrada miseria.
Desamparo:
- Camina rápido, mira siempre atrás.
El sol dejó de ser un Dios...
El aire acondicionado congela las
sonrisas,
Los pájaros se sienten invadidos,
Y la barrera del sonido es infiel a su
pesar.
Autómatas de nuestras propias rutinas,
Prohibido llorar en la ciudad
Suena la
alarma, y así
Llega la
brisa fría a través de los muros grises de la estación,
El tren está
harto de las eternas picas de acero
Insensibles
e inertes que recorre diariamente sin cesar.
La estación
está preñada de caminantes errantes
De un mismo
destino, el tiempo es mecánico y sumiso
Porque ya no
se reconoce entre túneles y
transferencias,
Vapuleado
por los pies impacientes que entran- salen de los vagones,
Ésos, que se
convierten en sicarios rutinarios
Y cómplices
de suicidios matutinos,
Llega la
brisa a la estación a través de los sombríos túneles,
Mientras los
nómadas autómatas e impacientes,
Inician su viaje de ida y vuelta con sus cargas de
estrés
En sus
hombros, en sus nucas, en el pecho...
Suena la
alarma,
La serpiente
de acero se arrastra lenta,
Hay que
esperar por ella...
...
Continuemos la rutina.
Llueve
Los sonidos indomables de las ciudades
Hacen nido en mi cabeza,
Mientras los gritos desconcertantes
De los niños en el parque,
Dan la bienvenida al húmedo
Crepúsculo de entrañas urbanas.
Llueve
Y las alas desesperadas de la tarde
En su agonía embellecen el esmog.
Llueve
Y los cristales bautizan la tierra
Que convertimos en piel servil y
pasiva.
Llueve y este paraíso de concreto
Se llena de soledades estresadas.
Llueve,
La noche es una mascota,
Mientras la luna está demás
Entre los itinerantes focos
Que alumbran destinos inciertos.
Llueve,
El aire dejó de ser libre, tiene
complejos
Aun así nos acompaña,
Llueve, llueve, llueve....
(**)
VALLE NOCTURNO
Se despide
el sol por el oeste
Y comienza
la montaña a despertarse.
Las nuevas
bombillas iluminan la noche,
El azul
claro palidece y las balas incitan manantiales púrpuras.
La miseria
adorna a las calles de la sucursal del cielo
Y los
mendigos se hacen dueños de los rincones umbríos
Cubriéndolos
de harapos y cartón
El valle
perdió su identidad al cubrirse de bloques de arcilla
Dándole una
piel inhumana que día a día
Se extendió
como el humo de los buses,
Como la
miseria de los niños de la calle.
La montaña
alberga en su oscuridad alumbrada
El
resentimiento que se escurre,
Como los
manantiales fétidos
En las
calles de asfalto y concreto.
Llega la
noche y con ella el miedo
De aquellos
que guían sus pasos
Trémulos y
angustiados hacia la deleznable
Tranquilidad
de las esquinas,
Donde la
pólvora es protagonista
De
voluntades extorsionadas.
EN EL BAR
Olvidé
las balas y los gritos,
Los petardos y las bocinas desesperadas de la hora pico,
Olvidé, que por segundos confundí el azul
Del cielo de marzo con la pantalla de mi celular,
Colgué entonces en la Santamaría del bar de la esquina
La complicación de las computadoras
Los memorando y las reuniones improductivas
De corbatas y bellas mesas en diminutas oficinas…
Me lancé a desmitificarme con botellas verdes…
Entonces recordé quien soy, qué quise
Envuelto entre el humo de alquitrán y nicotina, allí
Descubrí la excelente piltrafa mecánica que soy de 8 a 4 pm.
Los petardos y las bocinas desesperadas de la hora pico,
Olvidé, que por segundos confundí el azul
Del cielo de marzo con la pantalla de mi celular,
Colgué entonces en la Santamaría del bar de la esquina
La complicación de las computadoras
Los memorando y las reuniones improductivas
De corbatas y bellas mesas en diminutas oficinas…
Me lancé a desmitificarme con botellas verdes…
Entonces recordé quien soy, qué quise
Envuelto entre el humo de alquitrán y nicotina, allí
Descubrí la excelente piltrafa mecánica que soy de 8 a 4 pm.
La
Paz, noviembre de 2008
(*)
SUICIDIO
La
madrugada congela mis tuétanos
Y este envolvente smog caduca mis ojos,
Ya no creo en el semejante de brazos abiertos,
Ni tampoco en los guardianes de las esquinas colapsadas.
Y este envolvente smog caduca mis ojos,
Ya no creo en el semejante de brazos abiertos,
Ni tampoco en los guardianes de las esquinas colapsadas.
En mi espalda, me llevo a mí mismo y no puedo con él,
Mi habitación se cae sobre mí y la oficina de fríos muros me agobia.
Quiero librarme de todo y de mi mismo.
Ahora mis venas se hinchan, se desesperan y desbordan
A causa del filo del acero banal que guía mis manos hacia ellas,
Mientras mi cuerpo como peces en red, se regodea en la desesperanza,
Porque no consigue el efímero placer
Entre el ser y la extinción...
Ya mis ojos enconados miran el infinito,
Soy pluma al viento suspendido por mi cuello,
La soga liberadora me abraza sin cesar, mas fuerte y aún mas...
Estoy entrando a la libertad prohibida por el hombre y descubro
La apacible tranquilidad ajena a esta ciudad donde nos perdemos
Y al tiempo nos encontramos sometidos por la rutina conformista,
Huyo de ella; salto sin vacilar a la frenética urbe que se pliega bajo mis pies,
Tiemblo de desespero....
cenizas al viento...
Mi
alma se eleva como el ala del cóndor,
Esta oscuridad me tranquiliza con un helado aliento
Que se desprende y me empuja a la nada,
Esta oscuridad me tranquiliza con un helado aliento
Que se desprende y me empuja a la nada,
Como
lo hace mi cerviz.
Estoy llegando al último suspiro forzado...
No me siento...
Calidez de desierto...
Libre de mí...
Estoy llegando al último suspiro forzado...
No me siento...
Calidez de desierto...
Libre de mí...
... Fin...
(*)
RITUAL
Lavé mi cuerpo y muy húmedo lo puse a secar al
sol,
Mi alma la doblé secretamente y la guardé en el
equipaje,
El que siempre llevé conmigo...
Decidí reunirme con la muerte, porque
La vida que me acompañó hasta ahora
Y me brindó ocasiones felices,
Se ha recostado sobre el sofá a verme
Caminar por la cornisa cómplice de mis desdichas,
Para disfrutar de la batalla que libro ahora entre
Entre la existencia y la ausencia.
Solo me queda la extraña sensación
De haber sido amado,
Con la libertad atada a largas cadenas,
Las que prefiero cortar ahora.
Así, pues, que salté al acantilado
De automóviles del edificio invadido
VENA
VIVA
(Alegro
Con Fuccio)
¡Bienvenidos!
¡Les
ofrecemos lo mejor de nuestras noches
Sin
lunas y estrellas prostituidas!,
¡El
orgullo de nuestro tiempo
Que
se reúne en nuestro Club,
Satisfacemos
depravados deseos
En
camas redondas de las avenidas serviles
De
este suburbio que se
Se
pliegan pasivamente a sus pies!
¡Entre
en la perversión cotidiana que viaja
A
través de mis venas y de mi olfato!
Ven,
Entra
en las corrompidas estancias que te hacen sentir humano,
Entre
bailes transexuales, silicona en los senos y en los labios
Y
penetraciones sin identidad…
Ven,
Aliméntame, con tu
represión,
Total,
El
sol despertará trasnochado, como siempre,
Y
las escaleras de concreto serán testigos mudas
Y
frágiles cómplices de nuestras tentadoras noches
¡¡¡ VEN!!!
Iníciate
en esta metrópolis que jamás
Leíste
en la historia y en la que serás
Vena
henchida, Vena Viva…
(*)
HIMNO
DE LOS OPRIMIDOS
Al
pueblo Palestino
Pertenezco
a los oprimidos, a los expulsados, a los desplazados,
A los masacrados, asesinados y secuestrados,
Vengo de la tierra que ocuparon, esa
Que es tan mía como la de mis ancestros que la cultivaron…
Vengo en los barcos sin velas
Que navegan hasta las profundidades
Y viajo en los que nadan a costas sin guerra.
Soy el abanderado de los esposados,
A los masacrados, asesinados y secuestrados,
Vengo de la tierra que ocuparon, esa
Que es tan mía como la de mis ancestros que la cultivaron…
Vengo en los barcos sin velas
Que navegan hasta las profundidades
Y viajo en los que nadan a costas sin guerra.
Soy el abanderado de los esposados,
De
los amordazados y los torturados,
Vengo a reescribir la historia de los oprimidos,
De los que yacen en tumbas sin lápidas.
He llegado descalzo, con mis labios resecos,
Vengo a reescribir la historia de los oprimidos,
De los que yacen en tumbas sin lápidas.
He llegado descalzo, con mis labios resecos,
Desangrado mis hijos muertos.
Elevo mi raza por encima aquellos victoriosos,
Grito nuestro triunfo que es apaleado
Con el orgullo de los caídos, de los no reconocidos
Elevo mi raza por encima aquellos victoriosos,
Grito nuestro triunfo que es apaleado
Con el orgullo de los caídos, de los no reconocidos
De
los marginados:
¡Nunca lacayo! ¡Nunca servil!
¡Con derecho a resistir!
¡Nunca lacayo! ¡Nunca servil!
¡Con derecho a resistir!
(Abajo Centro) e Indigena apureño)
DEL NUEVO SIGLO
Cascos
verdes,
Metrallas… sigilo,
Complot.
¡A la carga!
Sangre.
Diez batallones.
Secuestrados.
Grillos
de acero, de pólvora…
SELVA,
Dólares,
Fronteras franqueadas
Guerrillas
Himno
Nacional.
Frustración
municiones.
Hoyos, cadáveres sin
Nombres
¡¡¡BUUUMMM!!!
¿Alguien
puede explicar?
SECUESTRADOS
Vendas
cubren mis ojos,
Cuerdas
rompen la piel de mis muñecas
Que
vierten lágrimas de dolor y terror…
No
sé donde estoy y mis plantas están descarnadas.
Las
voces extrañas ponen ceros a la diestra
De
mi vida y golpean mi dignidad,
En
el plenilunio de mi ruegos en oídos sordos
Me
desfiguro a través del tiempo
Y
mi identidad se pierde en los ovarios de la selva,
Los
caminos clandestinos me conducen a todas
Y
a ninguna parte, mientras me regodeo en la meretriz y
Anárquica
libertad vigilada con celadas y traiciones,
Asesinan
mis gritos, degüellan mis súplicas…
Suplicio
constante...
Prefiero
morir, que vivir doblegado
DESEO
VOLVER A TI
Deseo
volver a ti, vástago del varón sol,
Porque creí en tus cálidas caricias
A pesar del frío de aquel Agosto sombrío
En el que me descubrí envuelto.
Nada es igual a los besos teñidos de alborada
Que tus manos cautelosas me brindaron
En nuestra trasnochada compañía.
Yo colgué mis estigmas y mis secretos
En el umbral de mi destino,
Desconocí las fronteras y mi condición,
Al ver tu escudo y bandera en la puerta luminosa
De noches inconfesas,
Decidí ser parte de tu historia
Cuando mis dientes se hundieron
En tu piel de niebla desnuda,
De frío páramo, flores frescas…
Formé parte de tus pensamientos
En aquel instante infinito
En que mi lengua se convirtió en tu sino
Y en el que mi efímero cuerpo
Se calentó junto al tuyo.
Vuelve a mí,
Porque no me encuentro en la
Porque creí en tus cálidas caricias
A pesar del frío de aquel Agosto sombrío
En el que me descubrí envuelto.
Nada es igual a los besos teñidos de alborada
Que tus manos cautelosas me brindaron
En nuestra trasnochada compañía.
Yo colgué mis estigmas y mis secretos
En el umbral de mi destino,
Desconocí las fronteras y mi condición,
Al ver tu escudo y bandera en la puerta luminosa
De noches inconfesas,
Decidí ser parte de tu historia
Cuando mis dientes se hundieron
En tu piel de niebla desnuda,
De frío páramo, flores frescas…
Formé parte de tus pensamientos
En aquel instante infinito
En que mi lengua se convirtió en tu sino
Y en el que mi efímero cuerpo
Se calentó junto al tuyo.
Vuelve a mí,
Porque no me encuentro en la
Inmensa
distancia que nos une,
Porque tengo miedo de ser otro
Cuando me mire frente al espejo
Y no descubrirte en mi lugar,
Porque tengo miedo de ser otro
Cuando me mire frente al espejo
Y no descubrirte en mi lugar,
Búscame
sin miedo a la eternidad
Porque temo ser quien realmente soy…
Me descubrí incierto
Cuando volé en aquel cóndor domado
En la mañana que permití tu partida
Sin lágrimas de pesados adioses…
Ven, que ahora no sé
Si ir en pos de ti evocando tu nombre,
Tus caricias y los besos prohibidos
Que me secuestraron el alma
O sentarme en la pálida arena
Frente a mis recuerdos
En las tristes tardes del puerto
A esperar si llegas…
Porque temo ser quien realmente soy…
Me descubrí incierto
Cuando volé en aquel cóndor domado
En la mañana que permití tu partida
Sin lágrimas de pesados adioses…
Ven, que ahora no sé
Si ir en pos de ti evocando tu nombre,
Tus caricias y los besos prohibidos
Que me secuestraron el alma
O sentarme en la pálida arena
Frente a mis recuerdos
En las tristes tardes del puerto
A esperar si llegas…
Bogotá,
Agosto 2008
(**)
SIN
DESTINO
Corté
mi lengua y la coloqué al lado de tus pies
Para
seguir tus huellas donde vayas,
Vertí
mi sangre en tu boca,
Dediqué
mis ojos para que sueñen por ti,
Y
mis manos las tendí en tu vientre estéril,
Sacrifiqué
mi destino y te lo entregué
Humedecido
y ungido de sagrado sadismo
Para
que forjaras el tuyo con retazos de mi pelvis;
Renuncié
al fresco destello que pude ser.
Obedecí
a tu excitante y desbordada lujuria,
Plegándome
pasivamente a tus manías desveladas
En
recovecos oscuros de las calles solitarias,
Avivaste
en mí la reprimida
Y
mágica devoción a tu desnudo y joven cuerpo,
A
tu espalda caliza y a tus cabellos castaños,
Me
negué a mi mismo mientras te convertiste en mi adoración,
En
mi querubín libertino y en mi lascivo recuerdo,
En
el aliento de mi mismo que codicié sin tenerlo,
Te
convertiste en mi otro yo fuera de mí;
Me
redujiste a manso caudal
Hasta
que olvidaste mi aroma y mi sed de ti,
Me
lazaste a las filas de los anónimos,
Perdiéndome
en la gris soledad de tu indiferencia,
Porque
me entregué a ti sin pensar en mí,
Simplemente
me desvanecí de tus días cuando renegaste
Aquella,
mi vida inmolada que te dediqué.
(*)
CONVERSANDO
CON EL ESTRES
Aproveché
el Mutis de la ciudad,
El
semáforo en Rojo, los celulares sin cobertura
Y
los edificios dormidos.
Me
senté frente a frente con el Estrés
A
tomar café y a conversar
Sobre
la caída aparatosa del petróleo,
De
los líderes mundiales del siglo XXI y la bolsa de Nueva York;
Entonces,
convinimos, Con mano izquierda en alto
En
no revelar por las calles ni en las
casas a la hora de la cena,
La
inexorable desesperanza
Que
asecha desde las fronteras.
El
fiscal del tiempo pitó el paso, crucé el rayado
De
los deprimidos días y me detuve a ver
Cómo
mi compañero de tertulia
Violaba
el juramento
Vestido
de traición y guantes de balas.
Tegucigalpa,
27- 3- 009
MADRUGADA
DALILEZCA
Anoche
me acosté con Dalí,
Caminamos
por la costa de Port Lligat
Y
vimos los grandes ojos de Gala en el Cielo,
Subimos
a los huevos y navegamos en el desierto,
Donde
jugamos con los elefantes de patas de hormigas…
Hablamos
de franco y sus torturas.
Lloramos
por Federico:
Chocamos
las copas de vino en su nombre.
Escudriñé
los pinceles que nacían sobre sus labios
Y
sentí el olor a felicidad,
Él hundió en mí sus ojos:
Dibujó
mis miedos con pasamontañas,
Pistolas
ilegales y hombres con pechos abiertos
De
donde nacen palomas rojas
Que
vuelan por los relegados callejones;
Nos
despedimos con la tristeza de los desaparecidos…
Él
se miró en mí. Truco de espejos
Gala,
entre la bruma de la guerra, besó mis mejillas
Despidiéndome
en la madrugada Dalilesca…
Bogotá,
2009
MIÉNTEME
Miénteme
porque así te amo,
Miénteme,
porque solo así seré feliz
Si
tu boca es noche eterna en mí,
Mis
manos recorren la intimidad de tu alma,
Mientras
vacío los bolsillos
De
esta soledad envejecida que soñé contigo,
Miénteme
eternamente…
Como
los besos que nunca te di
Llevándomelos
en mis días baldíos,
Miénteme,
como lo haces en la cama
De
este hotel sin nombre,
Como
te miento al decirte
Que
me ha dejado de importar
Que
fuiste objeto del deseo de tenerte
En
infinitas noches enhiestas,
Miénteme
como lo hiciste con él al decirle que eras libre.
Miénteme,
como te miento al decir que no te extraño,
En
estas tardes silentes que mueren con tus recuerdos,
Miénteme
porque así me he encontrado,
Libre
y sin yugos, sentado
Enfrente
de la mancebía que me regala
La
felicidad de amar tus mentiras.
(*)
MÍRAME
A LOS OJOS
Mírame
a los ojos,
Viajante
de gélidas y nórdicas aguas
Y recuérdame con este sol Caribe,
Y recuérdame con este sol Caribe,
Cuando
Ran, la Diosa de los mares
Te cautive con sus redes;
Abrázame una vez mas y evoca el calor de
Mis brazos cubriendo tu cuerpo celeste,
Cuando aquellas noches de escarcha y coral
Comiencen a lacerar tu tersa piel.
Abrázame una vez mas y evoca el calor de
Mis brazos cubriendo tu cuerpo celeste,
Cuando aquellas noches de escarcha y coral
Comiencen a lacerar tu tersa piel.
¿Cómo te digo que mis lágrimas
De
desesperados ruegos, suplican que no zarpes,
Que
no te vayas con tu pecho de velas izadas
De este muelle de abrazos fortuitos?
Tu imagen marina se queda conmigo...
Tu imagen marina se queda conmigo...
Simplemente vete, leva tus anclas,
Recuerda
que soy tu rosa de los vientos
Que
ya dejas olvidada,
Que seguiré en esta otra orilla de
Que seguiré en esta otra orilla de
Nuestros
días cálidos respirando tu aliento
De norte vacío
De norte vacío
¿QUÉ
MAS QUIERES?
Ya
te ofrecí mis días vividos,
Mis
manos marchitas por las
Noches
en vela que estuve esperándote
Y
no has vuelto,
¿Qué
más quieres?,
¿Mi
fe?, ¿Mis temores?
¿El
vino que corre por mis venas?
¿O
la felicidad que encuentro en los burdeles
Decadentes
mientras finjo que estoy vivo?
Estoy
desnudo junto a mi alma
Que
inmolo ante la tuya sin pesarlo,
También
mis sacrificios son tuyos,
Mi
vida de gitano
Y
las tardes en las que aún miro tus caricias
En
mi cara bajo un sol de media noche,
También
rosas de papel y plumas
Que
cantan felicidad, ahora te pertenecen.
Renuncio
al hombre que soy,
Los
fracasos que escondo son tuyos,
Pide
mi muerte si la quieres
Pero
no me quites la vida
Que
decidí llevar a tu lado,
Dime
ahora,
Que
no puedo con mis pasos inundados de vacío
Mientras
estas distante,
No
me pidas nunca ausencia,
No
la esperes de mi parte
Porque
no sabría sobrevivir sin ti.
(*)
LETANÍAS
DE LOS AMANTES
Amante
amante
Amante de turno
Amante nocturno
Amante ilegal
Amante casual
Amante ideal
Amante cautiva
Amante imprudente
Amante cobarde
Amante incansable
Amante insaciable
Amante sombría
Amante voluble
Amante perfecta
Amante furtivo
|
Amante
especial
Amante virtual
Amante banal
Amante admirable
Amante infiel
Amante cruel
Amante aguerrida
Amante impulsiva
Amante inocente
Amante clemente
Amante paciente
Amante fugaz
Amante pasivo
Amante perpetuo
Amante imperfecto
|
(*)
A
LA ODALISCA VIRGINAL Y MERETRIZ DE MIS TABÚES
Te deseo a pesar del uso horario
Del idioma y mi religión,
A pesar de la cama que nos separa y a
pesar
Que duermo en lechos distintos
Y aún así eres fiel a nuestra
infidelidad consumada.
Te deseo sin pasaportes y sin tarjetas
de vacunación,
Indocumentada, ilegal y clandestina,
Te deseo con tus aciertos y
desaciertos;
Te deseo con tus senos de madre
Y te deseo aún más porque me excitan
tus senos virginales,
Te deseo desnuda o a medio vestir,
Pervertida y casta a la vez, te deseo
Ebrios o volando sin alas al ritmo de
tus caderas indómitas,
Te deseo como perfecta esclava de mi
lascivia,
Como inalcanzable diva en ménages infinitos
O cuando te lanzas a bailar en las
noches bisexuales
En este menguado harén de vulgares
placeres.
Simplemente te deseo…
Ménages:
del Fr. ménages trois
(***)
DESÁNDOLO
(Tango)
Me gustan tus recios brazos color de
trigo
Y la seda que sensualmente se adhiere
a ellos.
Me encanta tu espalda de laderas
desnudas
Que anhelo tener junto a mi pecho, así
Como deseo a tu abdomen de roble en
invierno
Entre la piel de mis volcánicas manos.
Me seduce la idea de definir tus
macizas piernas
Con mi lengua muda en medio
De la candidez de tus perlas rociadas.
Me enamoran tus gestos irreverentes,
Tu intimidante voz de tifón veraniego
Y tus pisadas limpias y firmes
En el umbral de mis placeres.
Me excita la idea de penetrar
En tus secretos y que tu explores los
míos,
Descubrirnos libres, plenos, reafirmar
Que no somos la nota solitaria de un
viejo acordeón
Ni la resaca de una botella tirada en
un rincón.
En esta noche de clientes travestidos
Te deseo sin fronteras ni cautela,
Desde los recovecos de este ebrio tren
Donde viajamos a la misma estación
Clandestina, pervertida y reprimida
Que me incitan tus discriminados
besos.
(*)
SEDUCCIÓN
Un pequeño túnel transparente de
pasión ilegal
Se acuesta ante mí...
Torso mármol desnudo
Me seduces con las promesas
libertarias
Más sublimes que me incitan a desearte
mas
Que ninguna otra tentación, a cambio
de
Albergarte en mí sangre, en mi aire,
Allí podría disfrutarte mientras te
Aferras a mis desdichas haciéndolas
eternas,
Relojes de arena,
Consumidor de flagelaciones
masoquistas de
Deprimente cuerpo y único placer
lacerante
Al que sólo yo puedo resistirme...
Y
no quiero.
DESDE LA CIUDAD PERDIDA
Alucinando
me detuve frente a la amapola y
Vi
la cara larga de este edificio sodomita,
La
noche irrumpe en el adicto callejón de la urbe
Y
el olor a tabaco y a uva rancia del ambiente
Se
adueñan de mi piel, me hacen pensar en mí.
Las
putas vírgenes corren calle abajo,
Nutren
mi sadismo con su desnudez,
Con
falsas caricias y drogados besos,
Fuman
mis dedos mientras lamen mis carnes:
Nos
reconocemos nuevamente en medio de orgías callejeras
Entre
testigos voyeristas, pederastas y proxenetas
Socios
de contrabando y tratas firmadas.
Me
disuelvo en el pavimento, como el humo,
Simplemente
me disuelvo...
Ahora:
¿quiénes estamos en esta alcantarilla?
¿Tu?
¿Yo? ¿Todos?
Prefiero
diluirme, escapar, convertirme en otra piel
No
perfumada, sin tatuajes ni ultrajes
Olvidarlo
todo, renacer,
Llegar
a la raíz más profunda,
Comenzar
a vivir en el filo tranquilo de la soledad,
Maldiciendo
y renegándome una vez más
Desde
la ciudad perdida.
(**)
LEYENDA
DE FOTOS
Martha Anzola (*)
Rosario Avellaneda (**)
Vicente Pereda (***)
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